AVE - Soterramiento vías. La verdad 8-3-2009

La verdad 8-3-2009

ALICANTE

Objetivo: Alicante 2012

Una semana después de la reunión de Avant, Adif continúa a toda máquina la primera parte del soterramiento de las vías a la altura del cementerio

J. V. PÉREZ PARDO

Un Cercanías pasa por la vía provisional, instalada al lado de los forjados del soterramiento que se ejecuta detrás del cementerio. / DANI MADRIGAL

El camino de la Alta Velocidad hacia Alicante marcha a pleno rendimiento. Una semana después de la histórica reunión de la sociedad Avant en la que las tres administraciones competentes en la realización de la obra (Ministerio de Fomento, Ayuntamiento y Generalitat) se pusieron de acuerdo para llevar el AVE hasta la estación en el 2012, La Verdad ha podido comprobar cómo el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) mantiene el ritmo de las obras continúa sin dilación. Las máquinas se centran en estos momentos en el inicio del soterramiento de las vías en Alicante, a espaldas del polígono industrial del cementerio, donde ya se ha ejecutado uno de las lados del túnel por el que el AVE desaparecerá de la superficie a su entrada a la ciudad. Se ha concluido una de las pantallas laterales del túnel, y ha comenzado el forjado del otro lateral. En primer lugar, se construyen los laterales y, sobre ellos, una losa que será el techo de la excavación y que sirve de elemento de unión y fuerza para soportar el terreno. Una vez construido este arco, las tuneladoras empiecen a retirar la tierra que queda por debajo y así se completa el túnel.

En esta excavación entraría ya el ferrocarril y entroncaría por la primera fase del soterramiento en los accesos a la ciudad, ya concluida. Más de un kilómetro y medio de excavación en total que está ya en marcha. Sólo situados en el punto donde comenzará el túnel, marcado en estos momentos por dos new jersey (vallas de plástico) rojo y blanco, se puede entender la cantidad de terreno que va a ganar la ciudad para su disfrute. Desde el punto de inicio de la excavación el Puente Rojo es sólo una referencia en el horizonte y la estación ni siquiera se adivina.

Unos metros antes del inicio del soterramiento, llega un viaducto que permitirá conectar el futuro entramado urbano que se realizará con el actual polígono industrial. A partir de aquí, ya es terreno ganado a la ciudad, porque el tren desaparece de la superficie y sólo volverá a salir a ras de suelo unos 600 metros antes de la terminal, que se queda en su actual ubicación, hasta que se ejecute de manera definitiva la Estación Intermodal, como se acordó en la reunión de Avant.

Los trabajos del soterramiento comenzaron hace poco, ya que el primer paso fue el desvío de la línea ferroviaria convencional a otra provisional, por la que circulan en estos momentos tanto los trenes de Cercanías como los de largo recorrido (Altaria y Euromed, que conectan Alicante con Madrid y Barcelona, fundamentalmente). Estas obras se encontraron con la polémica después de que algunos vecinos denunciaran el ruido de estos trabajos, molestias que ya no se repetirán una vez acabado el montaje del nuevo tendido férreo, totalmente necesario para acometer el soterramiento, tan demandado por la ciudadanía. El inicio del soterramiento es la última fase del tramo entre La Alcoraya y Alicante, aprobado por el Consejo de Ministros en abril del 2007, con un presupuesto de casi 106 millones de euros. Pero es la que la obra lo vale. La complicada orografía que se encuentra a la entrada de la ciudad ha obligado a Adif a crear un auténtico entramado de túneles, puentes y viaductos, que transformarán definitivamente la entrada a Alicante desde Madrid, no sólo al casco urbano, sino desde más allá de la sierra de Fontcalent.

Además del soterramiento y del puente antes comentado, el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias ha tenido que realizar otros viaducto para atravesar el Barranco de las Ovejas y una pérgola (estructura por la que se cruza una vía por arriba y otra por abajo, entre paredes) la línea de Mercancías con Villena, cuyo trazado también se alterará con la llegada del AVE, puesto que se desviará para evitar que ocupe el frente litoral sur de la ciudad y se gane otra importante y significativa cantidad de terreno para la ciudad, donde el Puerto tiene previsto ejecutar un bosque. Este tramo de La Alcoraya y Alicante llega hasta más allá la circunvalación, que atravesará mediante un viaducto por encima de los cuatro carriles. Es una de las estructuras más complicadas, ya que requerirá desviar un carril por sentido de la carretera para colocar lo que es la travesera. Por el momento, los operarios concluyen los pilares a uno y otro lado de la autovía. Será uno de los hitos que quedarán por la obra del AVE a la entrada a la ciudad. En estos momentos, en los diez kilómetros de tramo, más de 250 personas trabajan en la actualidad con un único objetivo: que la Alta Velocidad esté en Alicante en el 2012.

Túnel de La Serreta, en Fontcalent, que ya atraviesa la montaña. / D. MADRIGAL

Los operarios completan la parte superior del viaducto que pasa por la AP-7. / D. M.

LOS DATOS

Presupuesto de licitación: 105.934.275,35 euros.

Plazo de ejecución: 30 meses, desde que el Consejo de Ministros lo aprobara el 9 de febrero de 2007.

Longitud:10 kilómetros.

Elementos singualares

Viaducto sobre la carretera del Pla de la Vallonga a la cementera, con una longitud de 99 metros. Se construirá como estructura continua in situ con vanos laterales de 12 metros y centrales de 15.

Viaducto sobre la autopista AP-7 y la rambla de las Ovejas, con una longitud de 389 metros. Se construirá una estructura de tres vanos con vigas prefabricadas para salvar la autovía y otra de ocho vanos con cajón de hormigón para salvar la rambla de las Ovejas.

Dos pérgolas una de 86 metros para salvar la vía de Villena y otra de 60 bajo el ramal de Mercancías.

Túnel en la Serreta Larga de 333 metros de longitud y sección libre de 85 metros cuadrados.

Soterramiento de 298 metros ejecutado mediante muros-pantalla para conectar con el tramo Accesos a Alicante, fase I ya construido.

ALICANTE

Una entrada singular desde las alturas

J. V. P. P.

El tramo entre La Alcoraya y Alicante que ejecuta en estos momentos el Administrador de Infraestucturas Ferroviarias (Adif) se podría decir que es uno de los más complicados de todo el recorrido por la orografía tan escarpada que, parece raro pero así es, presenta la entrada a la capital de la provincia. El tramo tiene una longitud de diez kiómetros, que abarcan desde más allá de la sierra de Fontcalent hasta la conexión la primera fase del soterramiento, inaugurada por el ministro de Fomento popular Francisco Álvarez Cascos en 2004, lo que se conoce como Accesos a Alicante I. Recorrerlos es comprender la magnitud de una obra que transformará la ciudad, tanto para sus habitantes como para los visitantes. Una vez concluido el tramo de plataforma de Alta Velocidad desde Monforte, con la pérgola que cruza la vía AVE y la convencional, el tren transcurre por superficie hasta el túnel de 175 metros que se ha construido en La Serreta, en Fontcalent. Una vez pasado ese túnel se vislumbra el viaducto que atraviesa la AP-7 y, sobre él, una panorámica de la ciudad, que será la primera imagen de Alicante que tengan los viajeros del AVE.

El viaducto atravesará parte del plan parcial de Rabassa, en una zona en la que está prevista la construcción de zona verde. Nada más atravesar este terreno, una pantalla de hormigón a la altura del cementerio, separará las Mercancías y el AVE. Acto seguido, tras pasar por debajo de un viaducto ya se esconderá. Situados desde lo alto del viaducto, se pueden ver las marañas de edificaciones y, entre ellas, trozos del mar Mediterráneo que tanto desean los madrileños. En un futuro, si se cumplen las previsiones, las dos torres que se situarán al inicio del soterramiento serán la puerta de entrada al casco urbano. Será el símbolo del Alicante del siglo XXI.

Alicante, desde el viaducto de la AP-7. / D. M.