miércoles, 19 de diciembre de 2007

Piquetes y largas esperas encrespan los ánimos en la huelga del transporte

foto: Alicia de Miguel


Manifestantes de La Alcoyana cortan el tráfico tras retener varios autobuses y los usuarios se desesperan en las paradas

Información.es » Alicante . J. HERNÁNDEZ

L a acción de los piquetes durante la manifestación de ayer de los trabajadores de La Alcoyana, que arrojaron gran cantidad de huevos contra la fachada de la Conselleria de Transportes en Alicante y bloquearon varios autobuses en la avenida de la Estación llegando a cortar el tráfico durante media hora, marcó la jornada de huelga en este transporte de viajeros ayer en Alicante, a la que se sumaron también los paros parciales en el tranvía. A muchos usuarios les pillaron por sorpresa, pero otros, especialmente los que esperaban en las paradas de los autobuses en las zonas más céntricas, conocían ya el conflicto en el que están embarcados los trabajadores de La Alcoyana, que reivindican unas condiciones laborales y salariales similares a los de Masatusa. Algunos, comprensivos, decían que «los azules» - en alusión al color de los autobuses - tienen los mismos derechos que «los rojos», pero la mayoría comenzaba a desesperarse por las largas esperas en las paradas. Para la huelga de ayer la Conselleria marcó unos servicios mínimos del 60%, considerados «exagerados» por el presidente del comité de empresa, Gil Grimaldos, lo que restó afluencia a la manifestación que arrancó a las 9.30 horas de la Plaza del Ayuntamiento, pese a lo cual participaron alrededor de un centenar de trabajadores de los 190 de la plantilla, acompañados por representantes sindicales como José de la Casa, secretario comarcal de CC OO. Una gran pancarta con el lema «Por la igualdad de los trabajadores del TAM» abría la marcha. Durante el recorrido por la Rambla, Alfonso El Sabio, Luceros, Avenida de la Estación y Avenida de Aguilera - donde está la sede de la Conselleria de Transportes - corearon consignas y mensajes contra el alcalde, Luis Diaz Alperi, al que dedicaron un villancico: «el alcalde de Alicante dice que no sabe nada pero sus ciudadanos están en las paradas». Y al conseller: «El señor Mario Flores dice que está mediando pero más bien nos está ignorando». Al pasar ante la Diputación, acusaron a su presidente, José Joaquín Ripoll, también concejal, de ser «cómplice de la situación». Pese a que la Policía Local iba abriendo al tráfico las calles afectadas cuanto que los manifestantes pasaban, hubo atascos y complicaciones en todo el centro. Después de que un grupo de manifestantes lanzara una lluvia de huevos contra la Conselleria de Transportes de la que no se salvó ni el presidente del comité, los momentos más tensos se vivieron a pocos metros, en las paradas de la avenida de la Estación. Los trabajadores conocieron que la empresa había sacado a las calles cuatro autobuses por encima del 60% de servicios mínimos y decidieron paralizar las líneas. Durante media hora, un piquete retuvo un autobús de la línea 23, otro de la 24 que taponó el carril bloqueando el tráfico, dos más de las líneas 21 y 22, y varios más de Masatusa. Hubo otra lluvia de huevos contra los vehículos, la circulación estuvo parada una media hora y la Policía Nacional se presentó y tomó la filiación de los manifestantes, que exigieron la presencia de los representantes de la dirección de la empresa, y su compromiso de que los cuatro vehículos de más iban a ser retirados de la circulación. Según explicó Grimaldos, acudieron tres directivos y ambas partes cedieron cuando una mujer rompió a llorar porque había fallecido su hija, tenía que ir a recoger a su nieto, y con el paro no podía. En las paradas del Mercado Central, los usuarios que esperaban el autobús a mediodía comenzaban a desesperarse, algunos tras una hora de pie. «A esto no hay derecho, tengo una consulta en el hospital y sólo puedo coger el 23. lo que tienen que hacer es poner más autobuses», decía una señora mientras otro usuario apuntaba que «es injusto» que los ciudadanos sean los afectados. Otras viajeras que esperaban el 26 para ir a Tángel opinaban que «ellos tienen sus derechos aunque paguemos el pato nosotros. Deberían contar con el apoyo de sus compañeros - de Masatusa - ya que trabajan en lo mismo». El comité de empresa tiene previsto reunirse el viernes con el alcalde de Alicante, según recordó ayer su presidente, que incidió en que varios autobuses de La Alcoyana son totalmente urbanos y esos recorridos «los tendría que hacer Masatusa». Gil Grimaldos criticó la ambigüedad del conseller Mario Flores, que se ofreció a mediar en un conflicto del que responsabilizan a la Conselleria «porque no se puede dar la concesión del transporte a un grupo que tiene trabajadores divididos en dos categorías». En cuanto a los paros parciales del tranvía, que retomarán en su caso mañana, causaron demoras de media hora en los trenes de Alicante, una hora en Altea y dos en Dénia, según fuentes del comité de empresa. También aquí los servicios mínimos fueron del 60% y su coincidencia con la huelga del autobús interurbano complicó el servicio a las playas a determinadas horas.

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