Sólo queremos cruzar- paso peatonal y ciclista en la Avenida de Dénia

9 argumentos para implantar un paso peatonal y ciclista regulado por semáforos en la avenida Dénia a la altura de la avenida las Brisas y la calle Cruz de Piedra

En  el  tramo  en  el  que  se  reclama  el  paso  de  peatones,  la  avenida  está  flanqueada  por suelo  urbano  a  ambos  márgenes,  con  centenares  de  viviendas,  centros  docentes  en  ambos lados,  centros  sanitarios  también  en  ambos  lados  y  una  parada  de  autobús.  El  tráfico  a  motor de  la  avenida  genera  -tanto  por  su  excesiva  intensidad  como  por  la  generalizada  infracción  del límite  de  velocidad  máxima-  un  efecto  barrera  que  obliga  a  miles  de  usuarios  potenciales  de dicho  cruce  o  bien  a  cruzar  la  avenida  sin  ninguna  protección  o  bien  a  realizar  considerables desplazamientos  hasta  los  pasos  peatonales  sí  existentes. 

Es importante reseñar que el peatón que opta por cruzar en este punto no infringe

norma alguna, pues el Reglamento General de Circulación solo obliga a los peatones a utilizar los pasos señalizados si estos están situados en las proximidades del punto en el que pretenda cruzar. El peatón que decidiese usar el paso existente al norte del punto en el que se reclama el paso debería recorrer 600 metros (itinerario rojo en la foto adjunta) y para utilizar el existente al sur recorrería 700 metros (itinerario amarillo). Es decir, los pasos de peatones señalizados existentes no están en las proximidades del paso reclamado.

Argumentos a favor de la implantación del paso de peatones y ciclistas semaforizado:

1. Se trata de una avenida -y no de una carretera- donde debe tenerse en cuenta al peatón y al ciclista como usuarios vulnerables pero de pleno derecho.

2. Existe una demanda de cruce peatonal suficiente para justificar lamplantación del cruce semaforizado. Dicha demanda de cruce obedece tanto a la necesidad de desplazamientos transversales a la avenida Dénia como de los longitudinales puesto que cuando se proyectó la ampliación de la avenida de Dénia, sin duda, el peatón no fue una prioridad y el ciclista, simplemente, fue ignorado. Por esta razón, la rasante de algunos tramos de aceras, a diferencia de la calzada, presentan tramos con pendientes abruptas que provocan la tendencia del tráfico no motorizado a usar la acera este entre la Vía Parque y la avenida de la Brisas para luego preferir usar la acera oeste desde la calle Cruz de Piedra hasta la Gran Vía. Se trata del itinerario con pendientes más suaves.

3. Actualmente ya se produce sistemáticamente el cruce de peatones y ciclistas sin disponer de la ordenación, accesibilidad y protección que proporcionaría el paso semaforizado reclamado. Ya se han producido accidentes graves de lamentables consecuencias.

4. El proyecto de itinerario ciclista en la avenida de Dénia entre Vía Parque y Gran Vía debe evitar tramos con innecesarias rampas de subida y bajada sucesivas puesto que resultan muy disuasorias. Para ello es necesario realizar el cruce que se reclama por análogo motivo al expuesto en el caso de los peatones: el perfil longitudinal es el más suave, evitando innecesarias subidas y bajadas.

5. El proyecto de itinerario ciclista en la avenida de Dénia entre Vía Parque y Gran Vía no debe sufrir la interferencia del acceso rodado desde y hacia el centro docente de la Cía. de Jesús. Tras la construcción en dicho punto de 9 carriles destinados al tráfico a motor, el espacio residual se dedicó a una exigua acera donde es físicamente imposible implantar una acera-bici segura y que no perjudique a los ciclistas y, sobre todo, a los peatones.

6. El paso peatonal y ciclista regulado por semáforos sería mucho más económico y útil que la pasarela prevista en el proyecto de ampliación de la avenida Dénia. Además, hay que tener en cuenta que el uso de la pasarela resultaría muy disuasorio para peatones y ciclistas por la cota a la que habría que subir penosamente para luego descender. Es habitual que las pasarelas solo recojan un porcentaje bajo de los desplazamientos, persistiendo los cruces a nivel.

7. Se dispone de una mediana de anchura superior a los 3 metros que permite construir una isleta-refugio segura en el centro del paso a implantar, análoga a la de otros existentes en la ciudad, incluso en la propia avenida de Dénia. Es el caso de los pasos a la altura del colegio de las Calasancias o de la avenida de la Albufereta.

8. Existe la posibilidad de disponer el paso demandado sin requerir una fase semafórica propia. Es posible cruzar la avenida aprovechando la fase de verde de salida de los vehículos desde la avenida de las Brisas hacia la avenida de  Dénia, de tal manera que el flujo de peatones y ciclistas no intersectarían con las trayectorias de ninguno de los vehículos en movimiento. Para ello sería solo necesario eliminar la posibilidad del movimiento desde avenida de las Brisas hacia calle Cruz de Piedra, movimiento que realmente no es muy utilizado actualmente y que dispone de alternativas razonables para los modos motorizados.

9. La duración de la fase de verde de salida desde la avenida de las Brisas hacia la avenida de Dénia es de hasta 24 segundos3 que resultan suficientes para el cruce de la mayoría de los peatones y de la totalidad de los ciclistas usuarios potenciales del paso propuesto. Eso se constata por mera observación de las personas que actualmente aprovechan precisamente dicha fase para cruzar la avenida sin especial apresuramiento. Además, se comprueba que en otros pasos peatonales de la propia avenida de Dénia, la velocidad requerida al usuario para cruzar la avenida de una vez es hasta del doble que la que sería requerida en el paso propuesto con los tiempos de verde actuales. Por supuesto, otros usuarios como las PMR4 pueden requerir tiempos mayores para realizar el cruce completo en una sola fase por lo que el refugio central resulta imprescindible.

Conclusiones

Desde la PCM consideramos que el statu quo de la avenida Dénia es indeseable por la desorbitada intensidad y excesiva velocidad del tráfico a motor.

Si bien no es objeto de la presente propuesta, si procede hacer constar que la Plataforma Comarcal por la Movilidad Sostenible de l'Alacantí alberga la esperanza de que el Ayuntamiento de Alicante cumpla con su obligación legal y adopte en un futuro lo más inmediato posible las medidas para conseguir una efectiva adecuación de las velocidades reales a los límites máximos establecidos por la Ley y por la señalización implantada actualmente en la propia avenida, acorde con su carácter totalmente urbano. Esta reducción de la velocidad supondría -aunque pueda parecer paradójico- un aumento de la capacidad de la avenida y una reducción de los efectos indeseables inducidos por el tráfico a motor: ruido, emisiones de contaminantes atmosféricos, accidentes, etc. También es necesaria la reserva de parte de la calzada al transporte público en aras de conseguir su mejor eficacia y eficiencia y, por tanto, potenciando el trasvase de usuarios del vehículo privado al transporte público. Análogamente ocurre con el tráfico ciclista.

Ya relacionado directamente con el objeto del presente documento, es urgente paliar el efecto barrera que supone el tráfico a motor de la avenida Dénia con soluciones como la propuesta en el presente documento o como la que viene exigiendo la PCM en el cruce peatonal entre la Goteta y El Pla, a la altura del colegio Oficial de Médicos, caso en el que ha sido necesario incluso recurrir a los tribunales.

La responsabilidad institucional del Ayuntamiento ante unos potenciales y más que probables accidentes de tráfico graves trasciende del plano patrimonial y civil, pudiendo derivar en responsabilidades penales de aquellos responsables políticos o funcionarios quienes, desoyendo el clamor de la ciudadanía y la evidencia plasmada en este documento, no resuelvan el problema adecuadamente.

L'Alacantí, septiembre de 2018