La Navidad agrava el caos de tráfico en Alicante

Miles de conductores se vieron atrapados ayer en el colapso de coches que se produjo en el centro urbano
T. R.
ALICANTE

DIAS DESPUES....

Alicante
La Navidad descongestiona el tráfico en Alicante
Los días de vacaciones evitan el colapso de vehículos tras el caos de la pasada semana
27.12.07 -
ANDREA VICENTE
ALICANTE




Circular estos días por Alicante es una verdadera aventura. La huelga de autobuses y del Tram ha provocado que los ciudadanos utilicen más el coche privado, y también se ha producido un considerable aumento de visitantes de la provincia que acuden a realizar sus compras navideñas y colapsan las calles. Los vendedores del Mercado Central aseguraban que el incremento de consumidores que ha experimentado este establecimiento en estas fechas superaba en un 40% la cifra de usuarios de un día normal de noviembre. Algunos señalaron que habían atendido a clientes de Villena, Tibi o Pinoso, "lo que demuestra que en estos días Alicante incrementa la población muchísimo", señalaron. Prueba de ello es que las aceras de las calles donde se hallan los principales centros comerciales estaban abarrotadas de gente cargadas con bolsas de la compra. Todas estas causas daban ayer como resultado que la ciudad se convirtiera en un caos circulatorio y las colas de vehículos fuesen continuas en muchas calles. Especialmente en el centro de la ciudad, donde el aparcamiento en doble fila también contribuyó a congestionar la circulación. Este era el caso ayer de la calle Reyes Católicos, Maisonnave, Gadea, la Rambla de Méndez Núñez, o la avenida de Óscar Esplá donde las furgonetas de reparto de mercancías impedían la circulación y provocaron atascos. Otro tanto ocurría en la calle Capitán Segarra donde los coches que pretendían acceder al parking de la Lonja y las furgonetas del Mercado Central causaron retenciones en toda la calle.También la insuficiencia de plazas de aparcamiento en los estacionamientos subterráneos de Maisonnave, Alfonso el Sabio, la plaza de San Cristóbal o de La Montañeta, fue causa de problemas en la circulación, pues muchos conductores se vieron obligados a dar vueltas y a congestionar aún más el tráfico. "Es imposible encontrar sitio desde primeras horas de la mañana", aseguraron algunos conductores que esperaban a que quedase una plaza libre en el parking de la Montañeta, mientras se formaban grandes colas en la plaza de Calvo Sotelo y la calle Ángel Lozano. Las obras públicas o privadas que se realizan en la calle, como las que se acometían en la calle Barón de Finestrat o las de un edificio privado en la de Cesar Elguezábal, contribuyó también a que el tráfico se colapsara en el centro. "En todos los barrios de la ciudad, además de en el centro, hay al menos dos o tres calles cortadas por obras", recordó el presidente de la asociación de Teletaxis, Leopoldo Aparicio para el que "esta situación de caos y colapso de tráfico es ya una norma, no sólo en estas fechas sino casi todos los días del año". Afirma que "este problema afecta a todos los ciudadanos y nos viene mal a los profesionales del taxi porque no podemos atender las llamadas de los clientes y repercute en nuestra economía". Reclama al Ayuntamiento que adopte medidas para minimiza este problema.

Aislados, impotentes y desinformados
Los viajeros se quejan de los retrasos pero entienden y apoyan los motivos de la huelga
19.12.07 -
LIDIA RUBIO
ALICANTE
Aislados, impotentes y desinformados. Así es como se sentían ayer los usuarios que esperaban en las paradas del tranvía y del autobús al comprobar que el transporte público con el que se desplazan a diario sufriría retrasos que, en el mejor de los casos, serían de una hora y, en el peor, hasta de dos. La mayoría de los usuarios ni siquiera se habían enterado de la huelga convocada por la empresa a pesar de que en ambos casos no se trata del primer paro que realizan.Este es el caso de Pablo Riquelme, que ayer se dispuso a sacar su billete para coger el tranvía de ida y vuelta desde El Campello hacia Benidorm y cuando se acercó a las vías pudo comprobar que hasta pasadas dos horas no podría subir al tren. "No tenía ni idea de que había huelga, me acabo de enterar. No están nada bien señalizados los carteles, los ponen de una manera que pasan desapercibidos por completo. Ahora tendré que llamar al trabajo y decirles que voy a llegar tarde", aseguró este usuario. María Lloret, vecina de El Campello, ha ido como todas las mañanas junto con su marido a coger el tranvía, pero el conductor no les ha dejado subir. "Nosotros no sabemos nada de ninguna huelga, me he enterado ahora mismo. Mi marido le ha dado en la puerta con el bastón, pero aun así no ha querido abrirnos porque estaba lleno, ahora nos toca esperarnos dos horas más", aseguraba ayer, entre indignada y resignada, María. "Mi hija espera sola en el colegio" Otro caso es el de Paula, que tenía que ir a La Vila a recoger a su hija al colegio. "Ahora con los cambios el horario no me coincide, así que mi hija tendrá que esperarse sola en el colegio hasta que llegue. Me parece fatal este parón pero por otro lado entiendo los motivos".Los paros de ayer estaban convocados por la mañana desde las 9.50 a 12.50 horas y por la tarde, de 17.50 a 19.50 horas. No se registraron incidentes, según Eduardo García, uno de los empleados del TRAM, quien confirmó que "la empresa ha respetado los servicios mínimos fijados en un 60% tanto de plantilla como de trenes disponibles". La mayoría de los usuarios habituales entienden y aceptan el paro convocado por la empresa. "Cuando explicas los motivos, mucha gente lo entiende y nos apoyan", asegura García. Los usuarios del autobús también asumieron con resignación las consecuencias de una nueva jornada de huelga que, en el caso de El Campello, fue más tranquila de lo que en un principio se podía prever."El servicio está fatal, los retrasos son de media hora y una hora, y hay franjas horarias en las que no pasan autobuses hasta en dos horas. Con el poco tiempo que tenemos para hacer los trayectos, no sólo llegamos tarde a las paradas, también acabamos la jornada laboral más tarde y la gente se nos echa encima", reconocía un conductor de autobús. Los usuarios que esperaban en las paradas de la avenida de Alfonso El Sabio y de la Estación, en Alicante, afirmaron a Efe que veían "muy bien" la huelga, si bien han considerado "injusto" que sean los ciudadanos quienes se vean afectados.