La botella de cava se quedó en el camino. Los conductores de La Alcoyana pasaron ayer de la alegría a la estupefacción con apenas una hora de diferencia. De la noticia de la solución del conflicto que les anunciaba la Conselleria de Infraestructuras y Transporte al despido de cinco empleados mediaba muy poco tiempo. Uno de los despedidos es el presidente del comité de empresa, Gil Grimaldos. A todos se les acusa de haber cometido faltas muy graves por haber «intimidado».A las once de la mañana, el comité de huelga iba a ofrecer una rueda de prensa para ahondar en la tensión alcanzada con la segunda fase de los paros, que comenzó esta semana, y arremeter contra la rotura de las negociaciones por parte de la empresa. Diez minutos antes de iniciarse esta intervención, la jefa de Planificación del Transporte, Mar Martínez, de la Conselleria de Infraestructuras y Transporte, les telefoneó para anunciarles el compromiso del departamento de asumir «el coste adicional que supone dar la igualdad a los trabajadores de Masatusa y La Alcoyana». Se cumplía de esta manera el compromiso al que un día antes llegó el propio conseller, Mario Flores, en un encuentro con los trabajadores, de que la solución llegaría antes de dos días. Los trabajadores consideraron que el conflicto acababa de llegar al punto definitivo y que tenían la solución enfrente y así lo expusieron durante la rueda de prensa en la que dieron prácticamente por sentado que el paro previsto para hoy, como último día, se desconvocaba. «A falta de ser convocados por la dirección de la empresa, el sentido común nos dice que la huelga ya ha terminado», proclamaba el presidente del comité de empresa, Gil Grimaldos, que aclaraba que «ahora tenemos que asegurar el acuerdo con la dirección de la empresa que nos tendrá que reunir y todo volverá a la normalidad». En ese momento, el portavoz del comité de huelga, Vicente Alcaraz, apuntaba que la huelga se acabaría, no sólo con el acuerdo alcanzado, sino también cuando los expedientes disciplinarios abiertos a los miembros del comité de huelga se archivaran. «La empresa tiene que dejar de perseguir al comité y no tomar represalias contra los conductores, porque esta huelga ha sido muy dura para los trabajadores y menos dura para la empresa y no puede ser que al final salgan perjudicados los que hemos hecho la huelga», aclara Alcaraz. Pero todo daba un vuelco unos minutos después. Uno de los miembros del comité de empresa, Francisco Vilaplana, anunciaba la noticia de que la empresa le presentó ayer cinco cartas de despido a otros tantos trabajadores. «Iba a llevar a la puerta de las cocheras donde están los compañeros concentrados dos botellas de cava y mira cómo ha acabado la cosa», exclama. Vilaplana acusa a la empresa de haber hecho unos despidos «injustos y una discriminación» y lo justifica en el hecho de que «yo tengo los mismos expedientes abiertos que ellos y a mí no me han despedido». Vilaplana señala que en la única conversación extraoficial mantenida con un responsable de la empresa éste les comentaba «que el Ayuntamiento tiene que asumir una parte». Por su parte, Grimaldos señala que, a la vez que les presentaron los cinco despidos, enviaron a los 190 trabajadores de la empresa una carta: «Les dicen que no apoyen al comité porque pedimos cosas imposibles de asumir por la empresa y no reconocen el acuerdo al que llegamos el día 11». El alcalde, Luis Díaz Alperi, ha emplazado, para la una de esta tarde, a una representación de los trabajadores para hablar con ellos. Los conductores creen que la conversación con el primer edil será clave y confían en que llegue la solución definitiva a los paros que están afectando a miles de usuarios.«Cabreo comprensible»La huelga ha encrespado a los viajeros y se han producido altercados. De hecho, los trabajadores tenían previsto repartir octavillas en los autobuses pidiendo a los usuarios que «su comprensible cabreo no lo pague el conductor, los responsables de esta huelga no van en autobús» a la vez que sugieren que se presenten reclamaciones en la oficina TAM.Los trabajadores avisan que si el conflicto no se soluciona retomarán los paros el día 7 de enero, pero esta vez de forma indefinida.
Los paros previstos para la tarde de ayer, para el día de hoy y para los días 22, 23 y 29 de diciembre en el tranvía de Alicante y el metro de Valencia han quedado desconvocados, después del compromiso del conseller de Infraestructuras y Transporte, Mario Flores, de mantener una reunión con los representantes sindicales. Los sindicatos con representación en Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) presentaban a primeras horas de la tarde de ayer el escrito de desconvocatoria de huelga, según informaban fuentes sindicales y de la empresa. La desconvocatoria de los paros se ha decidido después de que por la mañana Flores se comprometiera a reunirse en lo que queda del mes de diciembre con los sindicatos. Ese compromiso se ha producido, según fuentes de UGT, al finalizar un acto institucional en Llíria (Valencia), donde el conseller visitó la finalización de las obras de renovación de la vía de la línea 1 de Metrovalencia y donde un grupo de representantes sindicales acudieron con pitos y pancartas. Los sindicatos esperan que en el próximo consejo de administración de FGV se fije la fecha de la reunión. Fuentes de la empresa indican que lo único que ha hecho el conseller ha sido reiterar verbalmente la oferta de reunión que ya les hizo por carta el pasado día 10. En la reunión, el conseller expondrá a los sindicatos el proceso de incorporación del nuevo modelo de gestión de FGV, que incluye en algunas cuestiones como las futuras líneas y los talleres la colaboración de la empresa privada para poder seguir creciendo. «Externalización»Los sindicatos rechazan lo que consideran una «política de externalización y privatización de servicios» emprendida por FGV, porque a su juicio repercutirá de forma negativa en las condiciones laborales de los trabajadores y en la calidad y seguridad del servicio de transporte.Antes de la desconvocatoria de huelga, ayer por la mañana se ha celebrado un paro entre las 09.50 y las 12.50 horas que ha tenido un seguimiento del 100% según los sindicatos, y del 15% en Valencia y alrededor del 20% en Alicante según FGV. Los paros comenzaron el pasado día 11 con una huelga de veinticuatro horas, y se han realizado paros parciales los días 13, 15 y 18 de este mes. Ayer la directiva de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana presentó una denuncia en el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJCV) contra el comité de empresa «por convocar paros ilegales» durante el mes de diciembre, pues, en su opinión, no se ha respetado el plazo de preaviso de 72 horas.
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