Cuando a finales de abril pudimos leer que el Consell va ha exigir al Gobierno que transfiera todas las líneas de cercanías, me he puesto a temblar. El miedo no me ha entrado por las competencias que debe asumir la Generalitat, sino por el uso/abuso que puede hacer de las mismas en su gestión. Porque si algo tiene la Generalitat Valenciana es que, en cuanto a las privatizaciones, no se esconde ni tiene doble lenguaje; lo que pueda hacer la empresa privada, ¡adjudicado!
Comisiones Obreras coincide en la necesidad de potenciar el transporte público en la provincia -en todo su amplio sentido- desde la penalización al uso del coche privado, hasta la creación de una verdadera red de cercanías conectada con la red de transportes público de autobuses, pasando también por la creación de carril bus segregados y carril bici.
Sobre esto quiero hacer un paréntesis: gracias al trabajo constante de la Plataforma Comarcal por la Movilidad, el pasado 12 de mayo el alcalde de Alicante se comprometió a cambiar el proyecto de la avenida de Dénia e incluir carril bus segregado y carril bici. Además de realizar un plan de extensión de los carriles segregados para transporte público y ampliar la red de carriles bici en Alicante. Esperemos que la PCM siga introduciendo cultura de la movilidad sostenible entre tanto cemento y parking.
Pero volvamos a las transferencias... ¡qué miedo! Cuando desde el Partido Popular se solicita al Gobierno central la asunción de las competencias que están establecidas para la Comunidad, es para privatizar servicios. Veamos algunos ejemplos: la transferencia en la Sanidad nos ha llevado a ser la Comunidad pionera en la gestión privada de la sanidad pública, es decir, con los impuestos de todos estamos favoreciendo el enriquecimiento de unos pocos. Pero, ¿qué está pasando con la educación? Algo parecido, hoy día hay más colegios privados y concertados que públicos, y los públicos dan un poco de pena, algunos llevan años en barracones. Es una nueva forma de subvencionar a los amigos, incluida la Iglesia. Lo mismo ocurre con la gestión de nuestros escasos bosques. Una vez transferida la competencia, ésta pasa a manos privadas, unas manos que gestionan con contratos basura para sacar más dinero público. Del bienestar social ni hablamos.
En Comisiones Obreras manifestamos que Alicante no tiene prácticamente red de cercanías. Un tren que recorre la línea hasta la vecina Murcia, en unas condiciones obsoletas no puede ser calificada ni como redecilla, y en eso coincidimos con el conseller Mario Flores. Es necesario, y más con la crisis energética que se avecina, potenciar las líneas de transportes público, no sólo hacia Orihuela, también hacia Villena; Alcoi, o la Marina Alta conectando Alicante, Benidorm, Dénia, Gandia y Valencia.
Lo que no compartimos con el Partido Popular es la solución que está dando a la movilidad, en unos casos haciendo más carreteras y parking, potenciando el uso del vehículo privado, y en otros realizando grandes obras publicas para posteriormente regalar la gestión a manos privadas.
El mismo conseller Flores, ha manifestado que para explotar el cercanías existen tres opciones: 1. Que se haga cargo FGV (empresa pública de la Generalitat Valenciana); 2. Que la siga explotando Renfe (empresa pública estatal); 3. Que se adjudique la gestión a una empresa privada mediante concurso.
Para saber cuál es la opción preferida del Consell, y suponemos del conseller, baste recordar que la línea 2 del tranvía, realizada con dinero de la Generalitat, ha salido a concurso para su adjudicación a una empresa privada. Se rumorea -incluso se ha leído en prensa- que podría ser adjudicada al Grupo Subús, conocidos por la gestión de los autobuses urbanos e interurbanos en Alicante.
La Conselleria y el Ayuntamiento de Alicante, en su afán por hacer obra pública, acaban de aprobar la extensión del tranvía de la estación de Renfe al aeropuerto. Un buen proyecto si no fuese porque lo quieren enterrar. A nadie -que no quisiera especular- se le hubiese ocurrido que, para llevar el tranvía hasta el centro comercial Puerta de Alicante, lo mejor era pasarlo por debajo de la avenida de Orihuela, teniendo el pasillo creado por el soterramiento y la vía del tren que pasa justo por detrás del citado centro comercial.
Estando a favor de la descentralización del Estado y de la asunción de las competencias que tenemos transferidas, consideramos que hay veces que es mejor que no se acuerden de uno. Porque si se acuerdan de las cercanías para privatizar la gestión como en sanidad y en educación, o si se acuerdan del cercanías para, con dinero público, enriquecer a empresas privadas, mejor, mucho mejor, quedarnos como estamos. Lo que de verdad necesita el cercanías en Alicante, no es convertirse en AVE y volar, es existir y facilitar la comunicación entre las personas.
Vicente Alcaraz Mira es secretario general de CC OO Comunicación y Transportes de Alicante.
Comisiones Obreras coincide en la necesidad de potenciar el transporte público en la provincia -en todo su amplio sentido- desde la penalización al uso del coche privado, hasta la creación de una verdadera red de cercanías conectada con la red de transportes público de autobuses, pasando también por la creación de carril bus segregados y carril bici.
Sobre esto quiero hacer un paréntesis: gracias al trabajo constante de la Plataforma Comarcal por la Movilidad, el pasado 12 de mayo el alcalde de Alicante se comprometió a cambiar el proyecto de la avenida de Dénia e incluir carril bus segregado y carril bici. Además de realizar un plan de extensión de los carriles segregados para transporte público y ampliar la red de carriles bici en Alicante. Esperemos que la PCM siga introduciendo cultura de la movilidad sostenible entre tanto cemento y parking.
Pero volvamos a las transferencias... ¡qué miedo! Cuando desde el Partido Popular se solicita al Gobierno central la asunción de las competencias que están establecidas para la Comunidad, es para privatizar servicios. Veamos algunos ejemplos: la transferencia en la Sanidad nos ha llevado a ser la Comunidad pionera en la gestión privada de la sanidad pública, es decir, con los impuestos de todos estamos favoreciendo el enriquecimiento de unos pocos. Pero, ¿qué está pasando con la educación? Algo parecido, hoy día hay más colegios privados y concertados que públicos, y los públicos dan un poco de pena, algunos llevan años en barracones. Es una nueva forma de subvencionar a los amigos, incluida la Iglesia. Lo mismo ocurre con la gestión de nuestros escasos bosques. Una vez transferida la competencia, ésta pasa a manos privadas, unas manos que gestionan con contratos basura para sacar más dinero público. Del bienestar social ni hablamos.
En Comisiones Obreras manifestamos que Alicante no tiene prácticamente red de cercanías. Un tren que recorre la línea hasta la vecina Murcia, en unas condiciones obsoletas no puede ser calificada ni como redecilla, y en eso coincidimos con el conseller Mario Flores. Es necesario, y más con la crisis energética que se avecina, potenciar las líneas de transportes público, no sólo hacia Orihuela, también hacia Villena; Alcoi, o la Marina Alta conectando Alicante, Benidorm, Dénia, Gandia y Valencia.
Lo que no compartimos con el Partido Popular es la solución que está dando a la movilidad, en unos casos haciendo más carreteras y parking, potenciando el uso del vehículo privado, y en otros realizando grandes obras publicas para posteriormente regalar la gestión a manos privadas.
El mismo conseller Flores, ha manifestado que para explotar el cercanías existen tres opciones: 1. Que se haga cargo FGV (empresa pública de la Generalitat Valenciana); 2. Que la siga explotando Renfe (empresa pública estatal); 3. Que se adjudique la gestión a una empresa privada mediante concurso.
Para saber cuál es la opción preferida del Consell, y suponemos del conseller, baste recordar que la línea 2 del tranvía, realizada con dinero de la Generalitat, ha salido a concurso para su adjudicación a una empresa privada. Se rumorea -incluso se ha leído en prensa- que podría ser adjudicada al Grupo Subús, conocidos por la gestión de los autobuses urbanos e interurbanos en Alicante.
La Conselleria y el Ayuntamiento de Alicante, en su afán por hacer obra pública, acaban de aprobar la extensión del tranvía de la estación de Renfe al aeropuerto. Un buen proyecto si no fuese porque lo quieren enterrar. A nadie -que no quisiera especular- se le hubiese ocurrido que, para llevar el tranvía hasta el centro comercial Puerta de Alicante, lo mejor era pasarlo por debajo de la avenida de Orihuela, teniendo el pasillo creado por el soterramiento y la vía del tren que pasa justo por detrás del citado centro comercial.
Estando a favor de la descentralización del Estado y de la asunción de las competencias que tenemos transferidas, consideramos que hay veces que es mejor que no se acuerden de uno. Porque si se acuerdan de las cercanías para privatizar la gestión como en sanidad y en educación, o si se acuerdan del cercanías para, con dinero público, enriquecer a empresas privadas, mejor, mucho mejor, quedarnos como estamos. Lo que de verdad necesita el cercanías en Alicante, no es convertirse en AVE y volar, es existir y facilitar la comunicación entre las personas.
Vicente Alcaraz Mira es secretario general de CC OO Comunicación y Transportes de Alicante.
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