sábado, 25 de mayo de 2019

Movilidad Sostenible y 26M: Olvidos, ocurrencias, refritos y despropósitos.

Ante las elecciones municipales del 26 de mayo, la PCM lamenta que algunas propuestas electorales de movilidad sean meras ocurrencias de última hora, viejas promesas resucitadas o auténticos despropósitos inviables mientras se obvian temas clave.

La Plataforma Comarcal por la Movilidad Sostenible de l'Alacantí (PCM) ha constatado a través de los medios de comunicación y de las reuniones con aspirantes a gobernar la ciudad de Alicante que nuevamente se incurre en la precipitación, la megalomanía o la resurrección de proyectos manidos, mientras se olvidan aspectos cruciales para la sostenibilidad de la movilidad urbana.

Desempolvar el costoso proyecto de tranvía al aeropuerto, mientras sigue bloqueada la variante ferroviaria para conectarlo mediante un tren de altas prestaciones, como es el cercanías, es un error estratégico que, además, condena al litoral sur a estar ocupado por una línea ferroviaria.

Tener la súbita ocurrencia del soterramiento de la antigua N-332 por la fachada litoral ignora que el problema de movilidad en Alicante es el excesivo uso del automóvil y que este no se resolverá metiéndolo bajo la alfombra. Todo ello sin explicar quién pagaría tamaña obra pública. No podemos aceptar que se anuncien obras de ese calado que no figuran ni en el Plan General, ni en el Plan de Movilidad, ni en ningún otro instrumento de planificación.

También ha habido candidatos que han reclamado un tercer carril en la A-70 (circunvalación) e incluso su soterramiento. Sin duda, destinando solo una parte del multimillonario coste que tendría esa obra, -para reducir la demanda de esta vía- se podría ofrecer más y mejor transporte metropolitano así como -para incrementar su capacidad- reducir su velocidad máxima.

Se usan buenas palabras a favor de la Movilidad Sostenible, pero a la hora de la verdad, se sigue pensando en solucionar los problemas del tráfico a motor con infraestructuras multimillonarias, en lugar de darse cuenta que la ciudad está saturada de coches y lo que toca es invertir en otras formas de moverse. No oímos hablar con credibilidad de la accesibilidad, tanto en aceras como al transporte público; ni de la gestión del autobús urbano; ni en general de objetivos claros y medibles que hagan sostenible la movilidad en Alicante. Una movilidad sostenible que haría posible una ciudad más habitable y ayudaría a la lucha contra la emergencia climática creada, en gran parte, por el sector automovilístico.

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